Fe. Creer y confiar es vivir la dimensión espiritual del ser humano, que es trascendental.
Fraternidad. Propiciar un vínculo de hermandad como ideal de la humanidad, que se viva con afecto y alegría.
Servicio. Entregar con amor y generosidad, la mejor calidad de dones y talentos personales en beneficio de los demás, atentos a todo tipo de pobreza.
Justicia. Promover el orden social, defendiendo y haciendo valer los derechos y deberes de las personas, en un ambiente de integridad y equidad.
Lealtad. Honrar los principios y valores de las instituciones legítimas, con fidelidad, rectitud, honestidad, verdad, y gratitud; mostrando una conducta auténtica y congruente, aún en circunstancias cambiantes y adversas.
Libertad. Aprender a elegir de manera responsable, congruente y consecuente, las acciones para su plena realización.
Respeto. Conducirse en la diversidad y reconocer el valor, la dignidad, los derechos de las personas y la sociedad; así como, cuidar la naturaleza.
Responsabilidad. Fomentar a través de la reflexión, el proceso de maduración de la persona, para cumplir sus deberes y asumir las consecuencias de sus actos.
Solidaridad. Generar empatía, colaboración y respaldo al prójimo, en especial, a las personas en situaciones de vulnerabilidad.
Tolerancia. Considerar y respetar la diversidad de ideas, creencias y modos de vivir de los otros, preservando su derecho a ser aceptados en su individualidad.
